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El control social es lo contrario de la desviación. Los sociólogos de la desviación se preguntan “¿por qué la gente rompe las normas y los valores sociales? Los teóricos del control social se preguntan “¿por qué la gente se ajusta a las normas y valores sociales?
Nota: para los alumnos que estudian el componente de delincuencia y desviación del nivel A de sociología, la mayoría de los recursos tienden a centrarse en el aspecto de “delincuencia y desviación”, NO en el aspecto de control social, pero la cuestión de por qué la gente se conforma es tan importante como la de por qué la gente rompe las normas.
El concepto se remonta a menudo al filósofo del siglo XVII Thomas Hobbes, quien sostenía que en una sociedad de individuos con intereses propios era necesario un gran poder (el Estado) para evitar que las cosas se deteriorasen en una guerra de todos contra todos.
Talcottt Parsons (1937) desarrolló una de las primeras perspectivas sociológicas sobre el control social. Sostuvo que la conformidad no sólo se producía por medio de organismos externos que coaccionaban a los individuos para que obedecieran las normas mediante la amenaza del castigo, sino también a través de la interiorización de normas y valores por parte de los individuos mediante la socialización.
Definición de medios de comunicación controlados
Teoría del conflictoLa teoría del conflicto parte de la base de que las ideas que tiene una sociedad son las ideas de la clase dominante. La clase dominante utiliza las escuelas, junto con los medios de comunicación y otros medios de comunicación, para difundir las ideas que apoyarán su dominio continuo. Teniendo en cuenta esta suposición, la perspectiva del conflicto se centra a menudo en el papel que los sistemas escolares pueden desempeñar para influir en la opinión pública, o para aplicar el control social.El control social se refiere generalmente a los mecanismos o procesos sociales y políticos que regulan el comportamiento individual y de grupo, conduciendo a la conformidad y al cumplimiento de las normas de una sociedad, un estado o un grupo social determinado. Las escuelas pueden fomentar los objetivos de control social socializando a los alumnos para que se comporten de forma socialmente aceptable. Algunos pueden considerar este tipo de socialización como una forma de adoctrinamiento. En cualquier caso, los valores sociales presentes en los individuos son producto del control social informal. Lo ejerce una sociedad sin declarar explícitamente estas reglas y se expresa a través de las costumbres, las normas y las costumbres. Los individuos son socializados consciente o inconscientemente.
El control social es un concepto dentro de las disciplinas de las ciencias sociales.[1] El control social se describe como un determinado conjunto de reglas y normas en la sociedad que mantienen a los individuos vinculados a las normas convencionales, así como al uso de mecanismos formalizados.[2] El modelo disciplinario fue el precursor del modelo de control.[3][4]
El término “control social” fue introducido por primera vez en la sociología por Albion Woodbury Small y George Edgar Vincent en 1894; sin embargo, en aquella época los sociólogos sólo mostraban un interés esporádico por el tema[5].
Algunos filósofos sociales han desempeñado un papel en el desarrollo del control social, como Thomas Hobbes en su obra Leviatán, que discute el orden social y cómo el Estado lo ejerce utilizando el poder civil y militar; así como Cesare Beccaria en su obra Sobre los delitos y las penas, que argumenta que la gente evitará el comportamiento criminal si sus actos resultan en un castigo más duro, afirmando que los cambios en el castigo actuarán como una forma de control social[6]. [6] El sociólogo Émile Durkheim también exploró el control social en la obra La división del trabajo en la sociedad y discute la paradoja de la desviación, afirmando que el control social es lo que nos hace acatar las leyes en primer lugar[7].
Este capítulo examina el papel que desempeñan los medios de comunicación de masas en el mantenimiento del control social y la formulación e implementación de políticas en la era política de Trump. En primer lugar, se presenta un estudio histórico de la teoría de los medios de comunicación de masas y se utiliza como lente analítica para identificar que los medios de comunicación de masas han sido reconocidos durante mucho tiempo como una poderosa herramienta de control social o de interrupción y en la formulación e implementación de políticas públicas. En segundo lugar, este capítulo explora los retos que se plantean a la sociedad y a la política cuando un presidente utiliza los medios de comunicación de masas para difundir información errónea y desinformación. En tercer lugar, este capítulo identifica la naturaleza divisiva de las actitudes políticas de Estados Unidos en la era Trump y cómo los medios sociales contribuyen a la división. En cuarto lugar, este capítulo explora los esfuerzos de actores extranjeros, en particular rusos, para difundir el caos discursivo y, por tanto, social, a través de campañas de desinformación en Estados Unidos y otras democracias occidentales. Este capítulo concluye que los medios de comunicación han sido tanto una fuerza divisoria como unificadora, aunque el auge de los medios sociales y su susceptibilidad a la manipulación suponen un peligro para la cohesión social y la formulación y aplicación de políticas públicas eficaces. Estos factores han contribuido a la división civil y a la falta de claridad política.